Desentrañando el amor y la atracción


Durante el congreso XXXII de Farmacología, al que asistí en las semanas pasadas, encontré un tema interesante: la conferencia titulada “Vomeroferinas: acciones farmacológicas y terapéuticas”, impartida por el Dr. Augusto Bondani Guasti, Consultor de Farmacología. – Y te preguntaras, ¿que tiene este tema de interesante para que yo lo coloque en esta página?, pues sigue leyendo y entérate. ..

Los sistemas sensoriales son capaces de captar estímulos del medio y transformarlos en señales neuronales, las cuales son conducidas al sistema nervioso central (SNC), permitiéndonos así, tener una representación del mundo exterior. La quimiosensación es el más básico de los sentidos. Se encuentra presente en las formas de vida más simples como las bacterias. A través de la evolución, el neuroepitelio olfatorio se ha desarrollado como un área especializada en la quimiosensación, capaz de detectar y medir una serie de compuestos presentes en el ambiente. En los seres humanos al igual que en muchas especies, la transformación de señales químicas externas en un código bioeléctrico, se lleva a cabo en dos sistemas sensoriales superpuestos. El primero es el sistema olfatorio, el cual posee un tremendo poder de discriminación, permitiéndonos reconocer miles de olores. Esta percepción olfatoria ha sido catalogada como un sentido estético, el cual es capaz de producir emociones y evocar la memoria, produciendo cambios conductuales. El segundo, es el llamado órgano vomeronasal (OVN), cuya función principal es actuar como receptor de mensajeros químicos externos que actúan específicamente a nivel de este órgano.

En la comunidad científica, la existencia del órgano vomeronasal es tema de debate, este órgano compuesto por un par de minúsculas fosas que están en ambos lados dentro de los orificios de la nariz. Esta estructura es sin duda un órgano sensorial en otros mamíferos y cumple una función clave en la actividad sexual y en otros juegos que llevan a cabo los animales.
Lo mas sorprendente de este órgano, es que se ha comprobado la sensibilidad a dos sustancias importantes en las interacciones sexuales dependientes del sexo, testosterona y estrógenos. El (OVN) en un estudio realizado por Monti-Bloch y Berliner en voluntarios varones reaccionaba al esteroide de la piel de las mujeres. Y otro tanto ocurría en el caso de las mujeres. Según Monti-Bloch y Berliner, estos resultados sugerían que el OVN humano cumplía una función tan importante como la de cualquier otro órgano sensorial. Incluso cabía pensar en que desempeñaba un papel en la transmisión de ciertas señales sexuales subliminales.
En una parte de la ponencia se comentó que estudios realizados en humanos, específicamente en hombres con tendencias homosexuales, se encontraron receptores similares al de las mujeres, mientras que en mujeres lesbianas se encontró receptores semejantes a los de los hombres heterosexuales, si bien hace falta mucha mas investigación al respecto, esta claro que es un punto mas al entendimiento científico de la homosexualidad, las atracciones humanas, y el amor. Vamos, ya le podemos echar la culpa a los receptores en tu órgano vomeronasal.

BIBLIOGRAFÍA
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